
Un escolta a diferencia de trabajadores de otros gremios, no llega a casa conociendo fisicamente el trabajo realizado, me explico. Un obrero de la construccion, ve su trabajo, si ha levantado un tabique lo ve, lo toca, al igual que los trabajadores de montajes, panaderos, etc...., nosotros en muy pocas ocasiones lo podemos apreciar, e incluso cuando tenemos una prueba delante no la sabemos valorar.
Este verano, me ha tocado trabajar con una persona joven, y como bien sabemos en verano estan todas las fiestas patronales, y como joven que es en esta ocasion mi protegido, a alguna de estas fiestas a acudido, como es logico.
Bueno sin entrar en detalles ha habido algun dia de esos que todos los escoltas conocemos, de 21 h de trabajo seguidas, y curiosamente una compañera de trabajo del jefe con la que habiamos estado durante la jornada laboral, la cena de cumpleaños de uno de sus amigos y los bien conocidos refrescos nocturnos, nos pregunto ¿Como es posible que sean estas horas, lleveis trabajando tantas horas y esteis con una sonrisa?.
Bueno la respuesta es sencilla, en tu amigo no es algo habitual, el nos respeta, es educado con nosotros y en todo momento nos valora, por eso tenemos este buen aspecto tras 20 h de servicio, pero fundamentalmente porque hoy nos sentimos realizados.
Quiza gente de fuera del Pais Vasco no lo pueda entender, pero para un joven amenazado en Euskadi que pueda disfrutar de una noche de fiesta con sus amigos, tomando refrigerios, en las fiestas de un pueblo, sin tener que preocuparse, mas que de la siguiente broma que gastarle a su contertulio, me demuestra que estoy haciendo mi trabajo medianamente bien, que llegue a ese punto de relajacion, como para despreocuparse de ese grupito que le mira o le señala y poder entrar en el recinto festivo y andar por donde quiera porque confia en nosotros, me hace irme a casa reventado, pero con una satisfaccion muy parecida a la del corredor de maraton que ha ganado la carrera,que al dia siguiente tiene agujetas, pero que recordando el triunfo del dia anterior el dolor es menor, pues asi nos sentimos los escoltas, cuando como antes he dicho, nuestros protegidos nos valoran y respetan y nos dejan trabajar.
Nuestra satisfaccion del trabajo bien hecho, es esos momentos en los que el protegido, llega a rozar la normalidad, como si la sin razon del terrorismo no existiera.
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