Durante los cuatro días que Benedicto XVI estuvo en Madrid con motivo de la JMJ, una persona fue su sombra, tal como apreciaron todos los que asistieron a los actos o los vieron por televisión. Es Doménico Giani, máximo responsable de la seguridad del Vaticano, quien estuvo todo el tiempo a escasos centímetros del Papa, pero antes organizó todo el dispositivo para garantizar que no le pasara nada. Su profesionalidad llamó especialmente la atención a la Policía española.
La Policía Nacional desplegó durante la JMJ el segundo mayor dispositivo de seguridad de la democracia, solo superado por la boda de los Príncipes. Fuentes policiales que participaron en el operativo explican a El Confidencial Digital que fue diseñado por el comandante Giani y su equipo del Vaticano.
Así se organizó y desarrolló:
-- Los mandos españoles estuvieron perfectamente coordinados con el Vaticano. Llevaban en contacto desde varios meses antes de la llegada de Benedicto XVI. El objetivo era, obviamente, evitar que al Papa le ocurriera algo en Madrid.
-- La Policía Nacional envió un plan al Vaticano, que el equipo de Giani se encargó de perfilar. “El comandante es cuidadoso hasta en el más mínimo detalle”, explican.
-- Formación en rectángulo. Giani coloca a sus hombres formando un rectángulo alrededor del Papa (otros expertos practican más el ‘rombo’). De este modo, todos sus hombres disponen de un ángulo de visión amplio y cubierto por todos sus flacos.
Armados con metralletas uzi
-- Los policías armados. En las puntas de la parte trasera de este rectángulo se colocan los hombres armados. En el caso de la JMJ, estos policías portaban metralletas uzis ocultas bajo su chaqueta.
-- Escapatoria. El dispositivo de Giani está diseñado para que, en caso de un intento de agresión, la salida siempre sea hacia la parte delantera. Este punto llamó especialmente la atención a los expertos españoles, a los que se les forma con la premisa de que la mejor salida es hacía atrás.
-- En Estados Unidos e Israel se trabaja bajo el lema de “lo que has recorrido es más seguro”. Domenico Giani es de la opinión contraria y considera que al retroceder te puedes encontrar sorpresas imprevistas.
-- Las dos motos de gran cilindrada a los lados del coche del Papa, con dos ocupantes cada una, y que pertenecían al equipo de seguridad del Vaticano eran, aseguran las fuentes consultadas, la parte más importante del dispositivo en movimiento. Ellos harían de avanzadilla en el caso de que ocurriera algo: el Papa siempre sería sacado por el camino que abrieran estos dos profesionales. Iban armados (siempre se agarraban cuando corrían la chaqueta por la parte de la cadera) y eran los últimos en subir a la motocicleta.
-- Planificación del dispositivo. Domenico Giani estudia las ciudades “antes, durante y después” de los viajes de Benedicto XVI. Uno de los aspectos que más sorprendió a los españoles es su especial conocimiento de las calles de Madrid: “Tenía perfectamente analizadas las calles del recorrido y sus alternativas”.
Los indignados
-- Igualmente, en las reuniones demostró saber quiénes eran los ‘indignados’. Los agentes españoles destacan que Giani conocía a la perfección todo lo que estaba ocurriendo en Madrid con las manifestaciones laicas. “Parecía que estaba viviendo en Madrid en lugar de en el Vaticano”, añaden.
-- Infiltrados. El comandante del Vaticano quiso tener también a agentes situados entre el público en actos que se desarrollaban en lugar fijo.
-- Muy pedagogo. Quienes han podido trabajar con él destacan su facilidad para dar indicaciones: “Tú, aquí; y tú te giras aquí”, aseguran que repite. Se ha hecho lo que él ha dicho en todo momento, apuntan. De hecho, Giani es licenciado en Pedagogía.
-- El papamóvil abierto. Uno de los detalles que cuida especialmente es el momento en el que los cristales blindados del papamóvil se abren para que el Papa salude. En ese momento, Giani ordena un cambio de hombres y sitúa a los más altos junto al vehículo. De esta forma, un posible tirador no tendría un blanco tan fácil.
Sorpresa con su designación
Domenico Giani accedió al cargo de jefe de la gendarmería vaticana en 2006 en sustitución del histórico Camilo Cibin, que estuvo 58 años en el cargo y conoció a seis Pontífices. Cibin intervino directamente en los atentados contra Pablo VI (Manila) y los dos contra Juan Pablo II (el de Agca y otro en Fátima).
Con 44 años, Giani era agente de la Guardia de Finanzas y miembro de los servicios secretos de Italia. Su nombramiento provocó gran sorpresa en el Vaticano, porque no era el favorito para el puesto. Durante los años de Joseph Ratzinger en el Vaticano, como cardenal, Giani se hizo persona de confianza del futuro Papa, destacan las fuentes consultadas por ECD.
A pesar de su rostro serio, quienes han podido conocerle destacan que es “muy simpático y amable”.
Domenico Giani fue el encargado de reducir a Susanna Maiolo, que saltó la valla de seguridad en San Pedro y se abalanzó hacia el Papa.
http://www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=29821
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