Faustino Marcos fue uno de los muchos etarras con los que se enfrentó «Thierry», que se creía jefe indiscutible.
Faustino Marcos, el presunto etarra que pretendía instalar una fábrica de pentrita en Cataluña, realizó en 2002, en su etapa de no fichado («legal»), informaciones para que «comandos» de la banda pudieran atentar contra los escoltas de la dirigente del Partido Popular del País Vasco, María San Gil, y contra un oficial del Ejército que asistía a clases en la Universidad de Ibaeta, en San Sebastián.
Según han señalado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, fue Ainoa García Montero, dirigente del «aparato militar» ya detenida, la que se dio estas órdenes.
Marcos comprobó en las listas de exámenes de la citada universidad, que estaban expuestas, el nombre del oficial y trató de localizarle, sin conseguirlo, en la calle Okendo de la capital guipuzcoana donde vivía.
Marcos trabajaba entonces en un bar y su jefa, la etarra García, le pidió que apuntara los datos de las documentaciones que los clientes pudieran extraviar dentro del establecimiento. Asimismo, le indicó que se hiciera amigo de algún técnico en automóviles para que le explicara cómo funcionaban los dispositivos de descodificación, los «key code», de los sistemas de seguridad.
Tras detectar que era vigilado por las Fuerzas de Seguridad, al menos eso era lo que pensaba él, huyó a Francia y estuvo escondido en varios pisos, en uno de los cuales conoció al responsable del «aparato político», Javier López, «Thierry», que le encargó la elaboración de una base de datos para introducir y guardar asuntos de interés para la banda.
Fue en septiembre de 2005 cuando tuvo un enfrentamiento con «Thierry» por la forma con la que estaba elaborando la citada base de datos. Marcos pensó que se trataba de una discusión sin importancia pero se llevó la sorpresa cuando el propio Javier López le comunicó, en febrero de 2006, que quedaba suspendido de militancia durante un periodo de seis meses que, posteriormente, se ampliaron.
El carácter de «Thierry», un auténtico fanático autoritario, que durante las negociaciones con el Gobierno llegó a decir que mandaba en todos los «aparatos» de ETA, propiciaba continuos enfrentamientos con los otros miembros de la banda terrorista. El más conocido fue el que protagonizó con Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», jefe de los «comandos», al que también suspendió de militancia. La respuesta de «Txeroki» fue la de aplicarle la misma sanción a él.
La mano derecha de «Thierry» era Ainoa Ozaeta Mendicute, «Kuraia». Obligaron a Marcos a abandonar el piso de ETA en el que estaba escondido y a buscarse uno más barato mientras estaba sancionado. No le relevaron, sin embargo, del trabajo en la base de datos. El castigo duró hasta abril de 2007, pero Faustino Marcos no recuperó toda la operatividad en la banda hasta que «Thierry» y «Kuraia» fueron detenidos, en junio de 2008.
http://www.larazon.es/noticia/829-el-etarra-detenido-en-cataluna-preparo-un-atentado-contra-escoltas-de-san-gil
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